Entrada destacada

El dia que lo lograste

 La foto tal vez a algunos no dice mucho, pero fue el dia que lo lograste. Te devolviste después de casi tres horas de carretera, fuiste por...

lunes, marzo 20, 2006

Drama ecologico en la Zona Sur de Miranda



Con una increíble reserva de agua, dispersa entre decenas de caudalosas quebradas, manantiales y ríos, montañas de bosques exuberantes de variada y tupida vegetación y una comunidad de más de 900 familias, la Zona Sur, en el Municipio Acevedo, Parroquia Ribas, al Norte de Guárico y Sur de Miranda, viene enfrentando una situación que a la fecha tiene visos de emergencia ecológica.

La situación de deterioro ambiental que viene desarrollándose en la Zona Sur es alarmante. La tala indiscriminada de cientos de hectáreas de bosques para la siembra del ocumo, principal medio de manutención de más de 800 familias del sector y estimulada por las roscas nacionales que comercializan este producto, plantea decisiones y acciones inmediatas por parte de los diferentes organismos ambientales, ecológicos y crediticios de la Nación. Un terreno completamente “limpio”, quemado y deforestado, es un requisito para el cultivo del ocumo y un legado de deterioro geológico inevitable para estas montañas. Con ello, el daño ecológico es ya irreversible. El suelo pierde estabilidad y con las lluvias inusuales o fuera de temporada, son frecuentes los derrumbes de grandes porciones de tierras agotadas.

El problema es: ¿qué alternativa inmediata plantearle a las casi mil familias que ante al grado extremo de exclusión al que han sido expuestas, han visto y hecho de la siembra y comercialización del ocumo, su sustento y el de sus hijos, para así lograr una recuperación oportuna de la zona?

En medio de este panorama, La Cooperativa Cafecao ha incorporado la mayor cantidad posible de socios, con la idea de solicitar financiamiento únicamente para café y cacao, para a futuro poder disminuir la dependencia económica del ocumo, que tiene la mayoría de los productores y contrarrestar los efectos nocivos de la creciente demanda de este rubro que ha sido estimulada por las roscas nacionales.

La Cooperativa Cafecao la cual cuenta con más de 150 socios productores en la zona, en diferentes conversaciones con instituciones como el Instituto Nacional de Parques INPARQUES, la Corporación de Desarrollo Agrícola del Estado Miranda CORDAMI y el Instituto Nacional de Tierras INTI, ha manifestado su preocupación por esta situación y ha planteado la necesidad de entrar en conciencia de los riesgos ambientales y ecológicos que acarrea la producción desmesurada del ocumo, pero el problema fundamental para los habitantes de la zona sigue siendo el mismo: ¿de qué vamos a vivir?

En torno al rubro del ocumo en la Zona Sur, se ha creado un tipo de financiamiento, inmediato, alterno e informal que estimula al campesino a la producción masiva del tubérculo, garantizándosele la compra inmediata de la producción y asegurándole la obtención de alimentos a cambio de la cosecha. Con esta práctica se ha acelerado exponencialmente la producción de ocumo en los últimos años.

La falta de respuesta institucional a las diversas comunidades de la zona en lo que respecta a financiamiento, servicios, educación alimentación, las ha llevado a una exclusión tan extrema que la lucha por la supervivencia se impone ante cualquier daño que se le pueda estar haciendo al medio ambiente. Esto ha sido un factor principal en acelerar la producción del rubro del ocumo que rinde beneficios inmediatos, en solo ocho meses.

La cercanía de la Zona Sur con el Centro Norte Costero Venezolano, las vías de Oriente y los centros urbanos e industriales más importantes del país, grandes consumidores de este producto, representa todo un incentivo para su comercialización con grandes ganancias a bajo costo y se ha hecho de esto un modo de vida en la zona sur que altera progresivamente el medio ambiente. Permanentemente se hacen presentes en la zona decenas de compradores y representantes de estos mercados para negociar la compra del producto. Esto le garantiza al campesino una entrada fija y segura de dinero para su manutención.

Si bien es necesaria una solución de largo plazo para detener el daño ecológico, así mismo es necesaria también una solución de corto plazo que saque a esta zona de la exclusión económica en la que se encuentra y proteja la vida de todos los que aquí vivimos.

A primera vista, reducir drásticamente la producción de ocumo luce como parte esencial de la solución. Cambiar las bases de la producción diversificándola, que los productores asumamos el transporte, la distribución y comercialización de la cosecha y procesar parte de ella, es igualmente deseable. Sin embargo, estas medidas requieren condiciones de inversión social y productiva con carácter de urgencia, que habiliten un cambio estructural, como es el caso de la vialidad, el transporte y un programa productivo que genere áreas de trabajo remunerado en forma inmediata.

Con una vialidad adecuada es posible producir casi cualquier otro rubro con el mínimo riesgo de daño ecológico, mayores ganancias y mejores resultados. En Cafecao nos interesan especialmente los cultivos conservacionistas de Café y Cacao, pero estamos conscientes de las necesidades alimentarias del país y creemos que es necesario reforzar los rubros agropecuarios de consumo nacional. Insistimos en que esto será posible si y sólo si, existe una vialidad adecuada, pues las vías hostiles con las que contamos, no son toleradas por las frutas, ni las hortalizas y periódicamente nos dejan incomunicados tras las lluvias.

Con el transporte en manos de la Cooperativa, sería posible negociar directamente la cosecha en los distintos mercados, incluyendo el intercambio con otros productores de la región, el abastecimiento de los mercados populares y de las procesadoras nacionales de alimentos.

Creemos que con la creación de nuevas áreas de trabajo remunerado como parte de un Programa de Recuperación, es posible dirigir la capacidad productiva hacia nuevas actividades permitiendo darle entrada a una etapa de transición, distribuir las cosechas de ocumo restantes, reforestar las tierras donde se haya extraído todo el ocumo, recuperar paralelamente haciendas de café y cacao y asegurar la manutención de las familias.

La vivienda, los acueductos rurales y la formación para la producción son áreas de excelentes perspectivas para su implementación; especialmente si se invierte oportunamente en ello.

En cuanto a la vivienda, sería de gran utilidad que se aprovechen los materiales que se encuentran en la zona (granzón, arena, calicanto, arcilla) y que serían parcialmente movilizados por los trabajos de vialidad, además de financiarse la Formación en Técnicas de Construcción, la adquisición de partes y piezas que no se producen en la zona y la fabricación in situ de partes y piezas necesarias a las viviendas.

En cuanto a los acueductos rurales, su creación traerá beneficios sociales y productivos de incalculable valor, sentando las bases de una mejor calidad de vida a familias que tienen que cargar agua en envases desde ríos y quebradas hasta sus casas por pendientes, pantanos y caminos de burro. Este tipo de trabajo se hace necesariamente con las mismas personas de la zona y sólo requiere de una breve preparación técnica, inversión y organización social -la cual ya está bastante adelantada con el trabajo social de Cafecao-.

La preparación de los productores en técnicas agroecológicas para la producción de otros rubros, a implementarse para que den su cosecha en el momento en que la vialidad se haya completado por tramos y sea apropiada, es otra área de suma importancia durante la transición, pues es necesario educarse suficientemente en estas técnicas con miras a la diversificación de la producción.

Otras áreas de trabajo como los servicios -siempre que sean financiados con recursos microfinancieros-, serán igualmente provechosos en términos de la seguridad alimentaria de la zona, pues el consumo de productos cárnicos, lácteos y de hortalizas es escandalosamente bajo.
Tenemos numerosas soluciones a mano que esperan un oído atento en el gobierno. Están basadas en un valioso trabajo social y organizativo y urgen de ser concebidas e implementadas, antes de que los organismos ambientales implementen las consabidas políticas reactivas que estilan imponer a los productores, que sólo lograrían obstaculizar la incorporación de la Zona Sur al desarrollo endógeno nacional.

La voluntad popular no debería ser alejada de la toma de decisiones de nivel institucional y gubernamental dentro del Proceso Revolucionario Venezolano: estamos atentos, tenemos ideas y manos para lo que hay que hacer y avanzamos con la Revolución.